Entre los recursos estéticos a los que puede recurrir el
escritor para generar efectos emotivos en el lector se encuentran la hipérbole y el eufemismo. Estos
recursos no son exclusivos de la escritura, los usamos también en la
conversación cotidiana.
La hipérbole consiste de hacer uso de la
exageración al expresarnos para enfatizar lo dicho. Ejemplos:
Ni que trabajase mil años podría comprar ese apartamento.
Por ti iría caminando hasta la China.
Te lo he dicho un millón de veces, pero no me escuchas.
El eufemismo, por el contrario, tiene como
finalidad atenuar el significado de lo que se expresa. En la literatura se ha utilizado
por siglos, en nuestras sociedades contemporáneas ha surgido la tendencia de su
uso buscando palabras que se atengan a lo “políticamente correcto”. Ejemplos: decir
“finado” por muerto, “no vidente” por ciego, “personas especiales” al referirse
a personas que tienen síndrome de Down, “personas de color” o “afrodescendiente”
al referirse a personas de raza negra.
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