martes, 21 de julio de 2015

El uso del guión


La raya o guión largo (—) puede utilizarse aisladamente, o al igual que otros signos de puntuación, puede utilizarse como signo de apertura y cierre que encierre un elemento o enunciado. Este signo puede tener los siguientes usos:

1.- Para encerrar aclaraciones o incisos que interrumpen el discurso.
Ejemplos: 

Llevaba la fidelidad a su superior —un buen jefe, sin duda— a extremos insospechados.

La esperaba —con anhelo— pero, lamentablemente, no llegó.

2.- Para señalar cada una de las intervenciones de un diálogo. En ese caso se coloca delante de las palabras que conforman dicha intervención.

Ejemplo:

—¿Qué estabas pensando?
—Nada en particular, me distraje. 

3.- Para introducir o encerrar los comentarios del narrador a las intervenciones de los personajes en un texto narrativo de ficción. En ese caso se coloca una sola raya delante del comentario del narrador, sin necesidad de cerrarlo con otra, cuando las palabras del personaje no continúan inmediatamente después del comentario.
Ejemplo:

—Espero que no ocurra nada que lamentar —dijo Alberto, con evidente incomodidad.

Se escriben dos guiones, uno de apertura y otro de cierre, en el caso de que luego del inciso, el personaje continúe su intervención. Si es necesario colocar un signo de puntuación, una coma o un punto, se coloca después de sus palabras, y tras el guión de cierre.
Ejemplo:

—Deberíamos hablar con él —dijo Ernesto—. No podemos permitir que lo siga engañando. 

4.- El guión también se usa en algunas listas, como índices alfabéticos de libros o bibliografías. En ese caso el guión indica que se ha omitido una palabra, ya sea un concepto antes citado o el nombre de un autor que se repite.
Ejemplo:

Ortega y Gasset, J.: España invertebrada. (1920-22).
                        —: La rebelión de las masas (1930).
                        —: Idea del teatro (1946).